Contracturas de la espalda: significados y remedios naturales
Cada vez más las personas sufrimos contracturas musculares debido al sedentarismo, las horas que pasamos frente al ordenador o el estrés, pero también debido a cuestiones emocionales o problemas orgánicos.
Presentamos los significados de cada contractura, así como algunas terapias muy efectivas y remedios naturales sencillos de preparar en casa.
Una contractura es, técnicamente, una contracción continuada e involuntaria del músculo o algunas de sus fibras. La zona contracturada puede estar abultada, ser dolorosa y/o impedir la correcta movilidad.
Psicosomática de las contracturas
Las contracturas no son sólo una cuestión física. Tienen su explicación emocional, que se corresponde con una emoción que no ha sido manifestada, y por eso “se queda dentro” en vez de salir al exterior. Según la zona donde la tenemos tiene un significado u otro:
- Romboides: rabia
- Trapecios: incapacidad y frustración
- Cervicales: exceso de responsabilidad
- Dorsales: miedo
- Lumbares: frustraciones
Si tenemos una contractura una vez no tenemos que darle demasiada importancia a este punto, pero sí que nos puede ayudar si repetidamente la sufrimos en un mismo lugar. En ese caso significaría que hay que cambiar alguna actitud.
Los órganos
Además de correspondere con emociones, las contracturas también pueden ser ocasionadas por la inflamación del órgano que hay debajo del músculo. En este caso las más habituales son:
- Riñones; parte superior de las lumbares
- Hígado y vesícula: parte central superior del lado derecho y trapecio derecho
- Estómago: parte central superior del lado izquierdo y trapecio izquierdo
- Corazón: cervicales
- Pulmón: trapecio izquierdo
Terapia con ventosas o cupping
Esta técnica es un antiguo método terapéutico que se empleaba la Medicina Tradicional China, y que consiste en usar una especie de tacitas de cristal que hacen un efecto de vacío para pegarse al cuerpo, succionar la piel y parte del músculo, abrir los poros y mover la circulación sanguínea y linfática.
De esta manera se desinflama y alivia el dolor en 10 o 15 minutos. Aunque podemos acudir a un terapeuta, lo cierto es que podemos adquirir el lote de ventosas en centros de medicina natural o medicina china y hacerlo nosotros mismos.
Hay algunas ventosas que vienen con un aparato para succionar y son las más seguras y fáciles de usar.
También podemos aplicar un poco de aceite de sésamo o de almendras y arrastrar la ventosa para masajear la zona.
Si hay una inflamación veremos como se va enrojeciendo y oscureciendo, y es posible que nos queden las señales durante unos días, pero en pocos minutos notaremos mucha mejoría. Además, también mejorará el órgano correspondiente a esa zona de la espalda.
Barritas de azufre
Las barritas de azufre son unos conos amarillos de este mineral que funcionan de manera muy sencilla. El azufre es un mineral que tiene la propiedad de absorber la electricidad estática. Al pasarse la barrita por la zona afectada se puede oír como esta cruje y en ocasiones se parte en dos o más partes, ya que se colapsan. Cuando esto sucede esa barrita ya no se puede reutilizar. Si no se ha partido la podremos sumergir dos minutos en agua fría y usarla de nuevo.
Esta técnica se usa mucho en países de Suramérica.
Alimentación contra las contracturas
Mientras tenemos la contractura debemos cuidar mucho la alimentación, evitando alimentos inflamatorios y aumentando el consumo de los que desinflaman. ¿Cuáles son?
Alimentos que desinflaman
- Jugos naturales de fruta y hortizas (zanahoria, remolacha, apio…)
- Pimiento rojo
- Semillas de chía
- Nueces
- Té verde
- Jengibre
- Piña
- Papaya
- Brócoli
- Alimentos que inflaman
- Lácteos
- Azúcar blanco
- Carne roja
- Harinas refinadas
- Alimentos fritos
Tres remedios antiguos
- Pondremos compresas de agua tibia y fría alternas en la parte dolorida, masajearemos con aceite de sésamo tibio y paralelamente tomaremos infusión de boldo y romero, tres vasos al día.
- Herviremos agua con jengibre y en esa agua meteremos una toalla. Colocaremos primeramente en la espalda una toalla seca, y después la que hemoms empapado con el agua de jengibre. Taparemos toda la zona con otra toalla seca y dejaremos 5 minutos
- Herviremos unos instantes hojas enteras de col verde, las dejaremos enfriar unos segundos y las aplicaremos directamente sobre la piel. Podemos cubrir con un paño o gasa.
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- Las imagenes son exclusivas y totalmente propiedad de Alicia Diaz y Aly Edition´s
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