Eres libre de elegir y decir lo que quieras, pero nunca intentes amarrar un corazón o un sentimiento a tu manos... Puede que al final solo seas presa de un espejismo. Puede ser que al final te quedes solo por querer tenerlo todo
Me rehúso a ser un arma letal que daña lo que no entiende. Me rehúso a ser intolerante y solo servir para recoger los vidrios rotos de la venganza. Me rehúso a las palabras sin acción. Me rehúso a ser solo observador y desentenderme si algo me complica la vida. Me rehúso a ser uno mas en la vida que no hace nada por los demás. Me rehúso a quedarme dormido y callado ante tanta hipocresía. Me rehúso a dejar de ser yo misma y ponerme una máscara. Me rehuso a dejar de ser feliz porque otros no consiguen la llave para serlo.
Aprendí que la envidia es para aquellos que no saben mirarse el corazón y mucho menos escuchar sus latidos. Aprendí a no hacerle caso a los que gritan palabras creyendo que el ruido vale más que el silencio. Entendí que para pocos, el éxito de otros esta prohibido, porque no llegaron a donde tú llegaste. Aprendí que trascender no es ser reconocido, es mucho más que eso, es alcanzar con tus propias manos y esfuerzo, la meta o el sueño elegido. Aprendí que aunque alguien no te quiera, añora poder tener tu fe. Entonces vale la pena hacer el bien sin mirar a quién, pues la vida tiene para ti preparada un grandiosa recompensa.
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